¿Por dónde empezar?
Sergio Lehmann Economista Jefe de BCI Estudios
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Sergio Lehmann
El gobierno de Sebastián Piñera asumirá las riendas del país en pocas semanas más y ya está definido el equipo que lo acompañará en la tarea de recuperar el crecimiento económico y la inversión, pero fundamentalmente, en elevar la competitividad de Chile.
¿Por dónde se debiera empezar? Lo fundamental, en lo inmediato, es elevar la inversión tras años de caídas. Esto ha llevado a que el crecimiento potencial retroceda hasta valores en torno a 2,5%, una cifra muy lejana a lo que se requiere, de manera de satisfacer de buena forma las demandas sociales urgentes en materia de pobreza, calidad de la educación, salud, infraestructura y desarrollo integral de las familias.
Contribuye que el escenario externo que enfrenta la economía es especialmente favorable, destacando un alza en el crecimiento global, alta liquidez y un aumento significativo en precios de productos básicos. Pero eso no es suficiente. Es clave fortalecer la institucionalidad para destrabar la ejecución de proyectos que ya han sido aprobados.
Es fundamental, además, simplificar el marco tributario, junto con dar incentivos a través de impuestos para la inversión de pymes. Como bien se ha estimado, la reciente reforma implicó, entre otras medidas, la eliminación del FUT, lo que ha tenido un impacto negativo en torno a 5% a 10% en la inversión productiva privada, esta última equivalente a 50% de la inversión total.
En materia laboral, es importante volver a poner sobre la mesa las ventajas de una mayor flexibilidad, que conlleva tasas de desempleo más bajas y, por tanto, mayor bienestar. La rigidez excesiva que se ha introducido debe moderarse, al tiempo que se fortalezcan los incentivos a la capacitación de trabajadores, de manera de enfrentar de forma exitosa el mundo más complejo que se viene con las nuevas tecnologías.
Del lado de las pensiones, es fundamental aumentar la tasa de cotización, pero que vaya a un fondo de capitalización individual. La evidencia muestra de forma inobjetable que de ese modo se alcanza un efecto macro más potente. El pilar solidario debe financiarse con impuestos generales.
Desde el punto de vista de la clase política, es necesario que recupere un buen posicionamiento. Es el grupo responsable de definir y ejecutar los programas que nos permitan seguir avanzando. Existen buenos argumentos que sugieren que el desencanto con la política viene cuando el desempeño económico decae y las oportunidades de mayor progreso se estrechan. Se advierte la incapacidad de dar respuesta a los problemas que enfrenta una buena parte de las familias, lo que lleva a frustración y posiciones más críticas. El mayor crecimiento, políticas económicas sólidamente fundadas y un desarrollo que toma un camino bien pavimentado, llevarían a un mejor posicionamiento de la clase política y, por tanto, un piso más firme para seguir avanzando con soporte técnico.
A estas alturas, el equipo del nuevo gobierno debe haber ya comenzado a preparar la musculatura para la carrera que pronto se inicia. Habrá que partir con rapidez y convocar a la brevedad consensos bien fundados, abordando los desafíos más urgentes de forma ágil, pero con la mira bien puesta en la meta.